En 1967, la Naciones Unidas (ONU) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) establecieron el Día Internacional de la Alfabetización para recordar su importancia como factor de dignidad y de derechos humanos y lograr avances en esa agenda con miras a una sociedad más instruida y sostenible.
Este 8 de septiembre, el Día Internacional de la Alfabetización 2021, se celebra bajo el lema: “Alfabetización para una recuperación centrada en las personas: reducir la brecha digital”. En este marco, es fundamental el aporte de "IndiChaco: Inclusión Digital en el Gran Chaco", una iniciativa Acción Climática Participativa, del programa EUROCLIMA+, que tiene por objetivo generar alfabetización digital y proveer de ciertos recursos materiales y capacitaciones a organizaciones campesinas de la región chaqueña de Argentina.
La crisis provocada por la COVID-19 creó trastornos sin precedentes en el aprendizaje de los niños, jóvenes y adultos. También, acentuó las desigualdades ya existentes en cuanto al acceso a oportunidades de alfabetización significativas. Durante este periodo de crisis mundial se llevaron a cabo esfuerzos para encontrar otros medios para garantizar la continuidad pedagógica, en particular mediante el aprendizaje a distancia. La rapidez con que se pasó a un aprendizaje a distancia también dejó al descubierto la fractura digital que persiste en términos de conectividad, infraestructura y capacidad para utilizar la tecnología, así como las desigualdades que existen en otros servicios, tales como el acceso a la electricidad.
La pandemia recordó el papel que desempeña la alfabetización: más allá de su importancia inherente como elemento del derecho a la educación, permite que las personas se emancipen y mejoren sus vidas proporcionándoles más capacidades para escoger la manera de vivir que pudiera resultarles más conveniente.
Este Día Internacional examinará de qué manera la alfabetización puede contribuir a construir cimientos sólidos para una recuperación basada en el ser humano, haciendo hincapié en las interacciones entre la alfabetización y las competencias digitales que necesitan los jóvenes y adultos no alfabetizados. Asimismo, sacará provecho de los factores que propician que la alfabetización se base en la tecnología inclusiva y útil, para que nadie quede rezagado. De este modo, este Día representa una oportunidad para repensar el futuro de la enseñanza y el aprendizaje, en el contexto de la pandemia y más allá de esta.
La adopción de las habilidades digitales entre la población rural del Gran Chaco, y de América Latina en general, constituye un tópico relegado debido a que frecuentemente los obstáculos en el acceso a la conectividad rural acaparan la atención, y se posterga a un segundo plano el tratamiento del problema de la utilización de estos recursos. Sin embargo, ambas aristas (acceso y uso) son igualmente cruciales y requieren ser atendidas en simultaneidad.
Los obstáculos en materia de infraestructura, los costos elevados de acceso a la tecnología, y las limitaciones en la alfabetización digital de la población, conllevan a una situación de ralentización en el proceso de despegue digital. La actual crisis ocasionada por la COVID-19, aparece como un catalizador de la necesidad de generar avances en esta materia para impulsar el desarrollo e inclusión de los territorios rurales incorporando los beneficios de la digitalización. De modo que resulta estratégico situar al ámbito rural, que hoy está rezagado en materia de llegada de la conectividad y utilización de las tecnologías, en la línea más avanzada en la discusión sobre las potencialidades de la transformación digital para el desarrollo de la vida rural en el Gran Chaco y la región.
El papel de las tecnologías resulta central para promover medios de vida equitativos, buscar alternativas para superar la pobreza y la inseguridad alimentaria, también desempeñan un papel destacado en tanto pueden brindar alternativas a los problemas y desafíos actuales en los territorios rurales en materia de producción, comercialización y desarrollo.
No es la tecnología per se la que puede propiciar cambios mediante su adopción sino, como advierten los expertos, es el talento humano y las propias organizaciones quienes permiten transformaciones. En este sentido, universalizar el acceso a las tecnologías no garantiza su utilización plena, consciente y reflexiva y se requiere impulsar formación en habilidades digitales para desarrollar capacidades que representen un salto cualitativo en sus usuarios.
La pandemia y la cuarentena dejaron en claro que el acceso a internet y a herramientas virtuales son fundamentales para los territorios, y más aún para diseñar y gestionar soluciones frente al cambio climático. En este marco, IndiChaco, la Iniciativa de “Acción Climática Participativa: Integrando los retos del cambio climático en el Gran Chaco Americano", resulta significativa para innovar en la gobernanza climática participativa de esta región.