Se trata de un proyecto originado en Francia, elaborado por el Instituto Nacional de Estudios Superiores Agronómicos de Montpellier (SupAgro). El curso ha tenido ya varias implementaciones anuales en francés y en inglés en la plataforma FUN MOOC y a partir de un convenio de cooperación entre SupAgro y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de la Argentina (INTA), se trabajó en la adaptación de los contenidos a un enfoque latinoamericano.
Esta segunda edición, la primera el año pasado tuvo 30mil inscriptes, contó con el apoyo de dos iniciativas del Programa Euroclima Plus, el proyecto “Acción Climática Participativa: integrando los retos del cambio climático en el Gran Chaco Americano”, de la Fundación Plurales, Unión Iberoamericana de Municipalistas (UIM) y socios; el proyecto “Producción resiliente de alimentos en sistemas hortícolas-ganaderos de la Agricultura Familiar en regiones climáticamente vulnerables de Argentina y Colombia” (INTA – Argentina & CIPAV- Colombia); y el proyecto “Vivir y Producir en el Bosque Chaqueño” (INTA – Argentina, Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), Nativa – Bolivia, y Embrapa – Brasil).
El curso de 6 semanas, dictado por 11 prestiogioses docentes, tanto de Argentina como de Francia, ingenieres agrónomes, sociólogues, ecólogues, licenciades en ciencias biológicas, estuvo conformado por 5 unidades que se habilitaron progresivamente y finalizó este miércoles 22 de abril. Más de un mes para una dinámica de capacitación participativa, basada en la diversidad social y geográfica de les actores. El MOOC se propuso construir un enfoque de la agroecología desde la perspectiva de las ciencias agronómicas, la ecología y las ciencias sociales.
Ya habiendo comenzado el dictado de clases del MOOC, en Argentina, el viernes 20 de marzo, se decretó el "Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio". Se suspendieron las clases, entre otras actividades, pero el MOOC pudo continuar. La virtualidad fue una ventaja en ese sentido, más allá de que la intención inicial era en realidad, intercambiar en una comunidad de aprendizaje rica con participantes de todo el mundo de habla hispana.
Bien sabemos que el monocultivo de soja ha tomado el Cono Sur de América Latina. Argentina y Paraguay son casos testigos de un modelo que deja comunidades indígenas y campesinas desplazadas y un grave problema socioambiental asociado a los riesgos para la salud de los agrotóxicos a base de glifosato.
En 2017, la soja, en su inmensa mayoría transgénica, ocupaba 18,8 millones de hectáreas argentinas, más del 60% de la superficie cultivable. Por su parte, Paraguay es un caso extremo, el 94% de la tierra cultivada se dedica a la producción de commodities. Es un país siete veces más pequeño que Argentina, pero se ha consolidado como el quinto exportador mundial de soja.
En ese contexto, es fundamental que no solo les estudiantes y universitaries, sino las organizaciones campesinas e indígenas, los municipios y la población en general, descubran qué hay detrás de la agroecología, un término cada vez más presente en los medios de comunicación, en las políticas científicas, con cada vez más experiencias en terreno.
La agroecología es la respuesta a los desafíos contemporáneos de la agricultura: alimentar a una población en crecimiento y preservar los recursos naturales, incluso cuando aumenta la incertidumbre (clima, biodiversidad, energía, etc.). Por eso es necesario seguir formándonos.